Dentro de las actividades programadas de la Feria del Libro, la charla con Kalilu, autor del libro “El viaje de Kalilu”, era la destinada a inaugurarla. Antonio Martínez de Gea, alumnno de 2º Bachillerato de Humanidades, fue el encargado de hacer la presentación, y también es él, el que ha redactado un artículo en el que nos muestra, como es habitual, una sabia combinación de sensibilidad y erudición.
Qué extraño escalofrío le recorre a uno el cuerpo cuando ni los ojos, ni los oídos son capaces de comprender aquello que perciben. La garganta se reseca y el corazón se acongoja. Uno no entiende lo que pasa, no capta el sentido de lo que se habla, mas sí siente su sublimidad.
Por eso, cuando Kalilu dio una charla en el instituto IES Vega del Argos, si bien fue vía videollamada, sus palabras se aparecieron como cuchillos desangrando a los oyentes. Y es que habló de la situación del inmigrante que tiene que atravesar casi medio continente de forma enajenante. Todo desde la perspectiva de la primera persona, es decir, sí, ¿quién mejor para explicar la inmigración que un propio inmigrante que ha vivido en sus carnes toda la triste circunstancia en la que se encuentra África?
De este modo, a través de las palabras de Herminia, quien traducía a Kalilu, el alumnado del Vega del Argos pudo conocer de primera mano el por qué de esta situación que miles de africanos tienen que atravesar. Kalilu habló así de las consecuencias reales de ese colonialismo europeo que es estudiado hoy en el instituto y que, como dice, ha hecho tanto mal, incluso hoy tras la supuesta independencia de países como Gambia.
Así pues, me gustaría recalcar que esto no se ha de contagiar del espectro político que tanto pulula hoy en día. Esto es una realidad que se ha de aceptar, luego ya se verá cómo tratarla. Pero antes de nada, uno debe ir a fuentes primarias como el testimonio de Kalilu para comprender esta situación. Debe contagiarse de la vitalidad de la que rebosan sus palabras, pues únicamente así se comprenderá esta tragedia. Y esto se retrata en su libro El viaje de Kalilu, un compendio de menos de doscientas páginas donde queda plasmado la odisea de dos años que vivió nuestro protagonista por toda el África sahariana para llegar a Europa. Una travesía llena de infortunios que ponen de manifiesto la realidad del humano más allá de nuestras cómodas fronteras.
Por ello, cuando Kalilu dio aquella charla, no nos hizo entender la situación del inmigrante, y con entenderla me refiero a vivirla, mas si nos la acercó a nuestros corazones. Nos hizo ver parte de la realidad que muchas veces preferimos obviar. Y esto tan solo lo consiguió con su presencia, pues pocas veces uno se encuentra ante una persona de la talla de Ulises. Un recuerdo de que el ser humano es más cruel y despiadado de lo que parece, pero, sobre todo, más fuerte, porque gracias a la obra de Kalilu o Herminia, la tragedia cobra otro sentido más vital.
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